
El sueño de Ana Oncina se ha convertido en realidad: acaba de publicar su primer libro, ‘Croqueta y Empanadilla’ (Ediciones La Cúpula). / Ana Oncina
¿Se pueden enamorar una croqueta y una empanadilla? La ilustradora Ana Oncina dice sí. Y no solo lo dice, también lo dibuja. Su primer libro, ‘Croqueta y Empanadilla’, cuenta una historia de amor entre ambos, una personificación de estos dos alimentos para contar situaciones típicas de pareja
Ana Oncina (Elda, Alicante, 1989) sabía desde pequeñita que quería dedicarse al mundo del cómic, aunque dibujaba historias «romanticonas» que acababa dejando sin terminar porque le aburrían. Algunos años más tarde (sí, cuando el amor parece que le interesa algo más), su sueño se ha convertido en realidad: acaba de publicar su primer libro con Ediciones La Cúpula. ¿Los protagonistas? Unos especiales Romeo y Julieta en forma de ‘Croqueta y empanadilla’.
La idea de convertir estos dos alimentos en los personajes principales de una novela gráfica le llegó hace un año, en marzo de 2013, cuando hizo un viaje a Berlín con su chico. Como buenos estudiantes de Bellas Artes visitaron muchos museos, pero cuando llegaron a uno de ellos, Oncina estaba bastante cansada de tanta obra de arte y se quedó sentada en un banco a descansar y a mirar hacia algún punto pensativa. «Entonces vino mi novio, que estaba bastante más entusiasmado que yo, y me dijo que era una empanada, a lo que yo le contesté que si yo era una empanada, él entonces era una croqueta. Nos hizo tanta gracia que cuando volvimos del viaje empecé a dibujar viñetas con algunas situaciones y poco a poco le fui cogiendo el gustillo», relata. En cuanto a la inspiración, las historias son todas autobiográficas, «situaciones de pareja».
Historias cotidianas
Meses más tarde, y tras mucha presión de su novio, Oncina decidió enviar el proyecto a la editorial y al día siguiente la llamaron. «Fue todo tan rápido que aún estoy asumiendo todo lo que me está pasando. Poder mostrar a la gente situaciones tan personales y que hayan tenido tan buena aceptación es lo mejor de todo. Creía que no iban a a ser interesantes, pero me he llevado una grandísima sorpresa», confiesa.
El primer viaje juntos, algún miedo infundado, el gato del escaparate, la limpieza doméstica, las típicas compras… A esta alicantina se le ocurren historias prácticamente cada día y, de hecho, en casa tiene decenas de bocetos que espera que algún día puedan ver la luz. También reconoce que le gustaría hacer un cómic a partir de una historia diferente, y por eso, en breve empezará nuevos proyectos.
«Todos necesitamos un cambio, la gente busca cosas nuevas y diferentes. Quiere reírse, pasar un buen rato y abstraerse un poco de la crisis. Cada vez son más mujeres las que leen cómics y creo que precisamente leer cosas que ha dibujado una mujer a partir de sus propias vivencias la hace más cercana», apunta. El hecho de que abunden las viñetistas y las protagonistas de veintitantos puede ser porque nuestro público también ronda esa edad. Al ser de la misma edad el lector se siente más identificado».
*Esta entrevista forma parte del ‘Especial mujeres y cómic’ con el que Gonzoo repasa la vida y el arte de algunas de las mejores humoristas gráficas jóvenes del momento. Aquí puedes leer la entrevista a Agustina Guerrero (‘La Volátil’).