La vida sin Billy, en cómic

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‘Billy, tú y yo’ (Editorial Norma) es el relato de una pérdida. Es la historia de cómo unos padres salen del hospital con las pertenencias de su niño pequeño en unas bolsas de plástico porque acaba de morir después de una operación de corazón. Billy sufría una enfermedad cardiaca que los médicos no supieron detectar y que no pudo superar. Así, casi de un día para otro, las vidas de sus padres Nicola Streeten y John Plowman cambian por completo y para siempre.

Dolor, desgarro, desesperación, desconsuelo… Cuatro malditas palabras que tienen más que una primera letra en común. Todas ellas sirven para designar algunos de los sentimientos más tormentosos y tristes que alberga el ser humano: esos que surgen, por ejemplo, ante una pérdida de este tipo.

Son los mismos que vienen con el luto y se asientan en el cuerpo como las caries, como un tumor, como el moho, como los parásitos o los virus ante la falta de defensas. Esos mismos de los que nadie sabe cómo hablar, qué contar, qué callar, cómo reaccionar. Esos que parece que sólo hay una forma dramática de hablar de ellos y que siempre suele ir desprovista de naturalidad, de sencillez, quizás de cordura al fin y al cabo.

El duelo

Nicola Streeten narró en un diario los meses más duros de su vida y cómo con el tiempo, con el apoyo de su marido y sumergiéndose en la creación de una serie de ilustraciones pudo recuperarse. Tardó 13 años en poder leer de nuevo las páginas que escribió en aquellos días y, una vez hecho, decidió que podría darle forma de novela gráfica.

Llantos diarios que se convierten en una necesidad tan fisiológica como ir al baño, miedo a ser juzgado por los demás, sentimientos de culpa, ideas de suicidio, terapias y más terapias, grupos de apoyo, sueños y pesadillas…

El libro contiene todos los pequeños detalles que pueden sentirse ante una pérdida de este tipo, con la diferencia de que por lo general nadie se atreve a contarlos y compartirlos. Así de generosa ha sido Nicola, que relata cómo se pasó horas haciendo fotos a las cosas del niño, o cómo sintió que algo le atravesaba el corazón cuando una amiga movió sin querer el jersey que Billy había dejado en la cocina.

«¿Tienes hijos?» ¿Qué podía responder ella ante esa pregunta? De pronto se había convertido en una madre ‘no madre’ que no sabía a qué grupo pertenecía, cuál era el rol que desempeñaba y cómo podía explicarle a la gente que su hijo había muerto.
Pasó de guardárselo para ella a publicarlo a los cuatro vientos: «-¿Quiere una bolsa?» -«No, mi hijo ha muerto»; -«¿Es la parada del 4?» – «Sí, mi hijo ha muerto»; -«¿Qué puede aportar a este trabajo?» -«Mi hijo ha muerto…»

En forma de serie

En realidad ‘Billy, tú y yo’ comenzó como una serie periódica que se publicaba en las páginas de ‘Liquorice Magazine’, una revista creada por Nicola y su hija Sally (que nacería tiempo después del fallecimiento de Billy), en la que también colaboraría John. Nicola comenzó a trabajar en ella en 2007 y fue publicada como libro en Reino Unido en 2011 (con esta edición en español prevista para 2013).

En septiembre del año pasado la novela fue galardonada con el British Medical Association Book Awards en la categoría de Medicina Popular. El jurado consideró que «el libro es para todos los que han sufrido una pérdida o los que han vivido este dolor cerca. Es un libro fácil de leer que da ‘permiso’ a las familias de las víctimas a sentir distintas emociones en diferentes momentos. Sería bueno que estuviera en una biblioteca pública para que las personas puedan acceder a él si sienten que están preparadas».

La superación

‘Billy, tú y yo’ es también la historia de una recuperación, de cómo superar la pérdida. Está contada con ilustraciones en blanco y negro en las que abundan los pensamientos que no consiguen expresar las decenas de personajes dibujados. Incluye unas páginas llamadas ‘Recuerdos de Billy’ en las que Nicola narra cómo era el niño, cuánto le gustaban los trenes e incluye alguna foto y dibujo del pequeño. Añade un epílogo ilustrado sobre cómo surgió la novela.

Además, mientras Nicola trabajaba en esta novela autobiográfica creó ‘Laydeez do comics’ con la artista Sarah Lightman, un foro mensual inspiracional sobre cómics basados en los dramas de la vida diaria. El grupo funciona ya en Londres, Leeds, Bristol, Chicago, San Francisco, Nueva York y Toronto.

«Los tres años y medio de realización de este libro no han sido una experiencia triste para mí, sino un período creativamente enriquecedor y satisfactorio. Estoy en deuda con mucha gente por su ayuda, tanto durante los sucesos originales como por su ayuda durante el proceso de este relato», escribe Nicola en las páginas finales del libro.

«Les doy las gracias a todos, especialmente a nuestros familiares y amigos. Y más importante, le doy las gracias a mi compañero del alma y marido, John Plowman, y a nuestra encantadora hija, Sally Plowman, que devolvió la felicidad a nuestras vidas.

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*Texto original publicado en gonzoo.com

Acerca de Ylenia Álvarez

Soy periodista. Trabajo en Prodigioso Volcán. Antes he pasado por hoyesarte.com, lainformacion.com, cadenaser.com y Radio Nacional. Pianista en secreto. Pintora frustrada. Fotógrafa en sueños. Me alimenté a base de cuentos. Hoy, curo las penas de la mejor manera que se me ocurre, leyendo.

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